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lunes, 24 de marzo de 2014

#leemosQuijote: capítulo XI

http://librosquehayqueleer-laky.blogspot.com.es/2013/12/en-2014-leemos-el-quijote.html
 Nada más empezar el capítulo, lo que dice Cervantes choca al lector, porque habíamos dejado a los aventureros durmiendo y, de repente, aparecen unos cabreros que no sabemos de dónde han salido y que les invitan a comer. Dice Martín de Riquer, en nota a pie de página en mi edición, que el ambiente y los personajes hacen pensar que este capítulo (junto con el 12, el 13 y el 14, o sea, justo los que decía en el post anterior que podrían haber sido incluidos a posteriori, separando la aventura de los yangüeses de la del vizcaíno) estaría originariamente ubicado donde ahora está el 25, momento en el que caballero y escudero andan por Sierra Morena. Otra curiosidad más sobre el "así se hizo" (o así pudo haberse hecho) El Quijote.
   Centrándonos en el contenido del capítulo en sí, nos encontramos un texto con muchas referencias a la literatura y el arte de la época aunque, como siempre, Cervantes hace de su capa un sayo y acaba ridiculizando algunas convenciones propias del Renacimiento y su Edad de Oro a través de Don Quijote. Que, por cierto, ¡anda que no habla! ¡Menudo monólogo suelta! Ya nos iremos a acostumbrando a ellos porque si el diálogo es una de las joyas de El Quijote, los monólogos y soliloquios del caballero no se quedan atrás.
   De igual modo, el cabrero que se pone a cantar un sus cuitas amorosas también es muy propio de la literatura del Renacimiento, de las obras pastoriles. Hay, pues, un guiño a la literatura del momento (con un toque irónico) pero también encontramos aquí otra de las características de la primera parte de El Quijote: la inserción de pequeñas obras, relatos, poesías o novelitas que se alejan de la trama central y de las que se podría prescindir, pero que enriquecen con nuevos personajes y situaciones a la novela. Asimismo, permite introducir la poesía en un texto narrativo en prosa  como este, con lo que, de algún modo, Cervantes muestra y demuestra que era capaz de tocar todos los palos literarios, unos con más fortuna o reconocimiento que otros.
   Y no puedo acabar este comentario se hacer referencia a esa expresión de Don Quijote: la Caballería iguala tanto como el amor, hace a siervos y señores iguales. Una muestra más del carácter utópico del caballero que, como siempre, se da de bruces con el realismo más puro de Sancho: déjese en paz de invitarme a su mesa, que allí no se puede eructar.
   Nos seguimos leyendo.


11 / 52 capítulos. ¡21% conseguido!

Comentarios de otros capítulos:
  • Capítulo I: Que trata de la condición y ejercicio del famoso hidalgo Don Quijote de La Mancha
  • Capítulo II: Que trata de la primera salida que de su tierra hizo el ingenioso Don Quijote
  • Capítulo III: Donde se cuenta la graciosa manera que tuvo Don Quijote de armarse caballero 
  • Capítulo IV: De lo que le sucedió a nuestro caballero cuando salió de la venta 
  • Capítulo V: Donde se prosigue la narración de la desgracia de nuestro caballero 
  • Capítulo VI: Del donoso y grande escrutinio que el cura y el barbero hicieron en la librería de nuestro ingenioso hidalgo 
  • Capítulo VII:  De la segunda salida de nuestro buen caballero Don Quijote de La Mancha  
  • Capítulo VIII: Del buen suceso que el valeroso don Quijote tuvo en la espantable y jamás imaginada aventura de los molinos de viento, con otros sucesos dignos de felice recordación 
  • Capítulo IX: Donde se concluye y da fin a la estupenda batalla que el gallardo vizcaíno y el valiente manchego tuvieron 
  • Capítulo X: De lo que más le avino a Don Quijote con el vizcaíno y del peligro en que se vio con una turba de yangüeses

3 comentarios:

  1. Esta semana he leidoneste y el anterior ;)

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  2. Pues sí, menudo monólogo suelta. La carita de Sancho y los cabreros sería para verla...
    Besotes!!!

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