"Confundiendo historias", de Gianni Rodari y Alessandro Sanna: variaciones sobre el cuento de Caperucita... ¿amarilla?

 

Ficha técnica:

Título: Confundiendo historias                                               Texto: Gianni Rodari      Ilustraciones: Alessandro Sanna     Traducción: Antonio Rubio     Editorial: Kalandraka               Páginas: 40                                 Género: Álbum ilustrado, infantil    Publicación:  Noviembre 2004   ISBN: 978-84-933759-3-5

Sinopsis:

  ¿Alguna vez le has contado un cuento a un niño y te ha estado corrigiendo constantemente porque no lo estabas haciendo como él esperaba? Con esa situación juega Confundiendo historias, añadiendo mucho humor a una historia de sobra conocida: el cuento de Caperucita... ¿de qué color?

   Había oído hablar mucho de Gianni Rodari pero aún no había leído nada, así que cuando vi este libro en la biblioteca, no me lo pensé. Lo quería para contar en una de las sesiones de Una merienda de cuentos, y después de leerlo, me generó dudas porque, aunque me pareció muy divertido y que podía dar mucho juego en una sesión con niños, la verdad es que no sabía cómo encajar bien el giro que da el libro hacia el final, cuando descubrimos que el que se está confundiendo todo el rato es un abuelo, no sabemos si por distracción (en realidad, él lo que quiere es leer el periódico) o por falta de memoria. Además, el final, tampoco me parecía muy adecuado, porque el abuelo acaba dando unas monedas a la nieta para que vaya a comprar chuches mientras él se queda leyendo el periódico, o sea, que recurre a lo fácil, el azúcar, en vez de pasar más tiempo con su nieta. Pero bueno, pensé que ya había pasado un tiempo de calidad con ella (y más teniendo en cuenta que el texto original es de 1962), mientras le contaba el cuento, y que el buen hombre también necesitaba su momento de lectura personal, así que fui benevolente con él y con un ligero cambio (introduje al abuelo antes, para que no distorsionase su aparición cuando es contado en voz alta), el resultado no pudo ser mejor.
   Y es que a todos nos ha pasado alguna vez eso de estar contando un cuento a un niño y que esté continuamente diciéndote "así no es". Creo que Rodari refleja muy bien esa situación y, además, la lleva hasta el papel con muchísimo sentido del humor y dándole un poco de color y novedad a un cuento tan conocidísimo como el de Caperucita.
   Las ilustraciones de Alessandro Sanna completa esa imagen desconcertante y en ocasiones caótica que supone el texto del libro, al trastocar el orden establecido y proponer vías alternativas para una misma historia. El fondo blanco sobre el que destacan las figuras de vivos colores contribuye a reforzar la idea de que esta es una historia sencilla que pretende introducir un poco de alegría en las narraciones orales y textuales de los niños.
     En definitiva, un libro para fomentar la imaginación, para romper lo esperado, para abrir mentes y, sobre todo, para pasar un rato francamente divertido.     
   Nos seguimos leyendo.