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miércoles, 6 de febrero de 2013

"El capitán Alatriste", de Arturo Pérez-Reverte: aventuras, literatura, crítica y humor en el Madrid del Siglo de Oro


Ficha técnica:


Título: El capitán Alatriste                                       Autor: Arturo y Carlota Pérez-Reverte                       Editorial: Alfaguara                                                        Género: novela, novela histórica, novela de aventuras      Páginas: 248
Publicación:  20/11/1996      ISBN:  978-84-204-8353-5

Sinopsis (editorial):


  "No era el hombre más honesto ni el más piadoso, pero era un hombre valiente"... Con estas palabras empieza El capitán Alatriste, la historia de un soldado veterano de los tercios de Flandes que malvive como espadachín a sueldo en el Madrid del siglo XVII. Sus aventuras peligrosas y apasionantes nos sumergen sin aliento en las intrigas de la Corte de una España corrupta y en decadencia, las emboscadas en callejones oscuros entre el brillo de dos aceros, las tabernas donde Francisco de Quevedo compone sonetos entre pendencias y botellas de vino, o los corrales de comedias donde las representaciones de Lope de Vega terminan a cuchilladas. Todo ello de la mano de personajes entrañables o fascinantes: el joven Íñigo Balboa, el implacable inquisidor fray Emilio Bocanegra, el peligroso asesino Gualterio Malatesta, o el diabólico secretario del rey, Luis de Alquézar. Acción, historia y aventura se dan cita en estas páginas inolvidables.

   Todavía recuerdo lo que sentí la primera vez que leí este libro, allá por 1996. Por aquel entonces, estudiaba periodismo y Arturo Pérez-Reverte era un dios para mi amigo Edu y para mí. Además, tuvimos la oportunidad de escucharle en una charla que dio en nuestra facultad y nos encantó, a pesar de que dio palos a diestro y siniestro (o quizá por eso). Y nos hizo pensar mucho sobre la profesión que habíamos elegido, sobre límites éticos, sobre escrúpulos, sobre profesionalidad... En fin, sobre un millón de cosas de las que Pérez-Reverte nos dio su siempre ácida y cruda opinión. 
   Me gustaba como periodista pero cuando comen a escribir novelas... me perdí. Las iba devorando todas a medida que iban saliendo y cada una me gustaba más que la anterior. Como todo en la vida, hubo un punto de inflexión y, tampoco sabría decir ahora muy bien por qué, empecé a dejar de leerle. Coincidí en otra rueda de prensa con él y entonces me pareció un poco (demasiado) soberbio. Además, las novelas que continuó publicando me llamaban cada vez menos la atención y alguna que leí no resultó ser lo que esperaba de él. Leía algunos de sus artículos... pero estaba un poco desencantada. Quizá lo que ocurría es que estaba desencantada de muchas cosas y, sobre todo, de mi profesión, y pagaba mi frustración (principalmente periodística) con quien había sido un referente para mí (en alguna cosas, claro, en otras nunca comulgaré con sus opiniones, sobre todo si hablamos del ejercicio de mi profesión).
   Pero la vida está construida a base de ciclos. Nuestra trayectoria vital es una montaña rusa formada por costosas escaladas y rápidas caídas que, en su tramo final, siempre te dejan el cuello dolorido. Así que, poco a poco, vuelvo a reconciliarme con Pérez-Reverte, sobre todo en su faceta como escritor.
   Por eso, cuando Carmen puso en marcha un reto para leer todas las novelas del capitán Alatriste durante este año, pensé que por qué no, que podría ser una buena manera de recordar lo mucho que me gustaba la pluma de Pérez-Reverte, lo que me divertí leyendo las primeras entregas de la saga, lo que disfruté con las aventuras del capitán, lo que aprendí, lo que reí, lo que sentí. Y aquí estoy, como una chiquilla palmoteando ilusionadísima tras leer la primera entrega. Como la primera vez.
   El capitán Alatriste es una novela para leer, para disfrutar y para aprender. Es una novela que disfrutarán quienes se sientan atraídos para la literatura, su historia y sus autores más importantes; por quienes amen las aventuras; por quienes elijan libros con personajes muy bien definidos, con sus contradicciones, pero sólidos y con fuertes principios; por quienes quieran echarse unas risas leyendo, por quienes quieran aprender algo de historia, por quienes se lo pasen bomba con las intrigas políticas y cortesanas... Porque todo eso es El capitán Alatriste: una aventura de intrigas internacionales en la que se ve envuelto el protagonista, a costa de poner en peligro su propia vida.
  Creo que Alatriste es un personaje con mayúsculas. Es un personaje muy sólido, al que vamos conociendo a través de lo que nos va contando su pupilo Íñigo pero, también, a través de lo que va haciendo y de lo que los demás van haciendo por él (lo cual da buena muestra de los afectos que despierta su lealtad y su valentía). Es un personaje oscuro, que malvive, mercenario... y sin embargo tiene un código de conducta propio que deja ver su escala de valores, en la que ocupan puestos destacados la lealtad (aunque sea entendida a su manera), no hacer nada sin motivo, no asaltar a quien está desprotegido y nunca atacar a los más débiles, sobre todo, ancianos y niños.
   Íñigo Balboa ejerce de protector pupilo dentro de la novela y, respecto al lector, de narrador que, en primera persona, nos va contando, por un lado, los infortunios del capitán y, por otro, sus pequeñas cuitas, amorosas en este caso, con Angélica de Alquézar. Es un narrador que cuenta pero que también analiza, que pone al lector en antecedentes, que a veces esboza hechos futuros, que completa información, que nos introduce de lleno en el contexto social, histórico, político y literario del Siglo de Oro, sin ahorrarse comentarios críticos, irónicos, sardónicos, humorísticos y punzantes. No he comprobado el árbol genealógico pero apostaría algo a que Íñigo es antepasado directo de Pérez-Reverte. Su forma de ver y de transmitir lo que ven es tan parecida que no pueden menos que ser familia directa.
   Además de ese narrador que no se muerde la lengua y ese protagonista del que es imposible no enamorarse otro de los éxitos de la novela es su magnífica ambientación. Una ambientación que surge de la conexión de varias ramas: los datos históricos, la descripción de escenarios, los personajes históricos incluidos y su caracterización y ese lenguaje que te lleva directamente al siglo XVII. Es riquísimo el vocabulario (sobre todo el léxico que tiene que ver con el hampa), las expresiones coloquiales, las muletillas, los nombres de objetos, monedas, ropas... Es soberbia la documentación. Es magnífica la fusión de ficción y no ficción, de personajes históricos e inventados, de acontecimientos reales e imaginados. 
   Personalmente, me ha encantado su forma de acercar la literatura a la vida, su forma de literaturizar la literatura (convirtiendo a autores como Quevedo en personajes, citando pasajes de diferentes obras, hablando del clima cultural de la época...) pero también su forma de literaturizar la vida, como cuando aplica (acertadamente) el adjetivo "quijotesco" a una forma de actuar en la realidad: "Pero meter mano a la blanca y darse de cuchilladas por asistir a una representación teatral era algo reservado a aquella España de los Austrias que para lo bueno, que fue algo, y para lo mano, que fue más, viví en mi juventud: la de las hazañas quijotescas y estériles, que cifró siempre su razón y su derecho en la orgullosa punta de una espada", dice Íñigo, mostrando que la vida es literatura y la literatura también es vida.
   Este fragmento está incluido en otro de los juegos metaliterarios de la novela: la narración de la representación teatral. Pérez-Reverte es capaz de meternos en el Corral del Príncipe a través de los ojos de Íñigo, nos hace asistir a la comedia junto a ellos. Y al situar uno de los momentos de máxima tensión argumental justo en ese escenario, no sólo retrata algo habitual en la época, sino que enfatiza la importancia de la representación teatral, justo como hacían los españoles del siglo XVII. Ese siglo que fue de oro en lo cultural (y así queda constancia fehaciente en esta novela) pero que era cada vez más de cartón piedra en lo político y social.
   Madrid cobra vida en esta novela. No es un escenario, es casi un personaje más. Y hablando de personajes, imposible no alabar los antropónimos que elige con tanto acierto Pérez-Reverte, esos nombres propios que ya sirven para caracterizar al personaje antes de que abra la boca, antes de que dé un paso, antes de que les amemos: Gualterio Malatesta, Alatriste, Caridad la Lebrijana, Emilio Bocanegra...
  El capitán Alatriste es un libro sencillo de leer que habla de historia, de literatura, de política, de pintura, de teatro, de amor, de lealtad y de la vida. Un libro escrito por un maestro que maneja la pluma como Alatriste la espada, bien documentado, con un argumento suficientemente atractivo (y más aún por lo que promete, por esos comentarios que Íñigo va avanzando y que dejan la miel en los labios) y con el estilo personal de Pérez-Reverte. Una novela para disfrutar de la literatura como texto y como pretexto.
    Nos seguimos leyendo.
   Incluyo este libro en los siguientes retos: 
- Reto 13.000 páginas: 248/13.000                        - Reto Capitán Alatriste: 1/7
- Reto Genérico: 1/2 histórico lejano.
- Desafío100 libros: 10/100                                   - Reto Autores de la A a la Z: P (Pérez-Reverte)
- Reto Sumando: 20/2013                                    - Reto histórico: 2/5
- Reto 25 españoles: 8/25 
 

17 comentarios:

  1. A mí me pasa lo mismo con Pérez-Reverte, aunque nunca le he castigado por el desencanto de nuestra profesión que, sí, es cierto, está en horas bajas y muy pervertida, pero en la que también hay muchísimos buenos ejemplos de periodismo. He devorado todos sus libros. Algunos me han gustado más que otros, pero me han gustado todos, especialmente esta serie de Alatriste, por los personajes, por las historias, por la descripción de los ambientes... ¡Estoy deseando que salga ya el próximo!

    Besos

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    1. Pérez-Reverte levanta odios y pasiones, creo que no deja a nadie indiferente. A veces, incluso, levanta odios y pasiones al mismo tiempo....
      Besos

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  2. Pues a mí me da verguenza decir que no he leído a Reverte en mi vida y esto lo tengo que solucionar. Hala, ya lo he dicho!!! A ver si uno de mis retos personales durante este 2013 es leer algo de éste autor. Besos desde locura de lectura

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    1. Anímate, tiene libros muy buenos. Esta saga está muy bien, por ejemplo.
      Besos

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  3. Solo he leído esta primera entrega y me encantó. Tengo ganas de que el autor dé por finalizada la saga para comprármela entera e ir degustando, poco a poco, las aventuras folletinescas de Alatriste.

    Un besito y feliz miércoles.

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    1. Ya, yo me lo pensé antes de apuntarme al reto porque me gusta empezar algo y terminarlo, no quedarme colgada durante unos años y que luego no me acuerde ni de por dónde iba. Pero cómo no sé cuándo acabará la saga... pues decidí ponerme ya.
      Besos

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  4. Menos mal que te ha gustado y tanto porque si no se te presentaba un reto bien arduo, verdad? Estupenda reseña para una gran novela!! Esperemos que la segunda, ahí me incorporo yo, no nos defraude...
    Besines,

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    1. De momento, la cosa va bien. Y me gusta el reto tal y como está planteado, porque puedes elegir leerlos todos del tirón y luego ir publicando las reseñas cuando toque o ir espaciando un poco la lectura y no pergarte el jartón de golpe. Yo, de momento, dejaré pasar algunos libros antes de leer el segundo.
      Besos

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  5. Fabulosa reseña! Leí este libro hace años, también en mis tiempos de facultad, y me encantó. Pero tengo que reconocer que son los únicos libros del autor que me enganchan. El resto de su producción, salvando El maestro de esgrima, no ha terminado de convencerme.
    Besotes!!!

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    1. A mí los primeros me gustaron mucho, hasta "La piel del tambor". A partir de ahí.... no tanto. Tengo pendiente el último, a ver qué tal ;)
      Besos

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  6. Gracias a tu reseña, veo que ya podemos colgarlas, algo que haré este domingo.

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  7. Yo no me he lanzado nunca con Alatriste. La temática no me convence. Lo mismo lo leo un día y me encanta. Un beso

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    1. Es que si un libro o un autor no te entran por el ojo derecho.... mejor no obligarse, que luego puede ser peor!
      Besos

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  8. Me gustó muchisimo cuando la leí hace años. Creo que al final me quedé en la cuarta entrega, algún día seguiré con la serie que además está en casa, y es que me pegué tal atracón de Alatriste que terminé un poco saturada. Un beso.

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    1. Eso me pasó a mí, me quedé en alguna entrega y ya ni recuerdo cuál. Por eso decidí ponerme al día repasándola toda. Espero no saturarme ;)
      Besos

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  9. Tengo en casa los libros de Alastriste, esperando a que los lea. A ver si de este año no pasa que al menos me lea el primero. Un saludo!

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