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jueves, 27 de diciembre de 2012

"La insólita amargura del pastel de limón", de Aimee Bender: la inocencia que se pierde cuando descubres que las cosas no son lo que parecen

   Para mí, la elección de un libro depende de varios factores: recomendaciones, argumento, si forma parte del canon literario, si rompe con lo de siempre... En general, me gusta que los libros me hagan pensar y me descubran nuevos horizontes, aunque también me encanta encontrarme en los libros, leer sobre aquello que me gusta, aquello que soy, aquello que pienso, aquello que vivo. De ahí que no pueda evitar que la curiosidad tire de mí hasta caer en la tentación en el caso de todas aquellas obras que hablan de libros, comida, mujeres o niños. Con estas pistas que te estoy dando está claro que en cuanto la editorial ofreció este libro a los reseñadores de Anika entre Libros tuve que hacerme con él: la palabra pastel en título, una niña como reclamo principal, esa portada (que me parece preciosa en su sencillez) y ese título, que es lo más de lo más. Todo se aliaba para que yo eligiese esta historia. Una historia que me gustó, aunque, como digo en la reseña, partiendo de una idea tan buena y tan original, yo la hubiera llevado por otro camino.


LA INSOLITA AMARGURA DEL PASTEL DE LIMON
(The particular sadness of lemon cake, 2011)
Aimee Bender

Editorial Lumen
© Aimee Bender, 2010
© Random House Mondadori, 2011
Traducción de Catalina Martínez Muñoz
1ª Edición, Octubre 2011

Género y tags: Narrativa, novela, gastronomía, literatura norteamericana
ISBN: 9788426418913
316 Páginas

 
 
Argumento:

    ¿A qué sabe la ira? ¿Y el resentimiento? ¿A qué sabe la soledad? ¿Y la necesidad desesperada de ser amado? ¿Y la infidelidad? Para ti y para mí, es imposible saberlo. Pero no ocurre lo mismo con Rose Edelstein, la protagonista de esta deliciosa novela, que posee el don (o la condena, depende de cómo se mire y cómo se utilice) de descubrir en la comida los sentimientos y estados de ánimo de aquellos que la han preparado.

Opinión:

   Hay quien piensa que no existen las familias felices. Y que si rascas un poquito en cualquier de ellas, encuentras incomprensión, falta (o exceso) de cariño, necesidades no cubiertas, insatisfacción… soledad. Esto es lo que le ocurre, de pronto, sin previo aviso, a Rose, una niña a punto de cumplir nueve años que descubrir, justo la víspera de su cumpleaños, que posee un insólito don: desenmascarar los sentimientos más profundos de quienes han contribuido a elaborar cualquier comida. Lo malo es que su descubrimiento llega justo con su pastel favorito, el de limón, y de la mano de la persona a la que más quiere, su madre. En ese delicioso pastel detectará la infelicidad y la insatisfacción de su madre, un sentimiento que la abrumará tanto que llegará, con el paso de los meses, a querer arrancarse la boca para no tener que seguir soportando la soledad, la tristeza, la amargura, la inseguridad que transmite su madre a través de su comida.
    El trance de pasar por el hospital tras este ataque contra su propia boca y las pruebas a las que tuvo que ser sometida la convencerán de que lo mejor es no confiar a nadie su don (excepto a George, el único amigo de su hermano, del que está profundamente enamorada; el único que la comprende y la anima a sacar partido de él) y de que, en realidad, este don no es tal, sino una auténtica condena que habrá que soportar tan estoicamente como pueda, alimentándose a base de productos industriales, sin alma ni corazón.
     La comida hará que Rose conozca realmente a su familia, una familia que no es lo que parece. Bajo la aparente pátina de felicidad y bienestar, se esconde una madre en perpetua búsqueda, incapaz de encontrar el oficio al que dedicarse, insegura e inestable; un hermano tan inteligente como peculiar, que aborrece ser tocado y cuyo sabor a vacío deja desconcertada a Rose y un padre que nunca cocina pero del que la niña va descubriendo cosas (algunas sorprendentes) a lo largo de los años; un padre que prefiere seguir anclado en su nivel de seguridad antes que iniciar cualquier acción que pudiera ponerla en peligro, como el simple hecho de visitar un hospital.
    Rose pasará muchos muchos años padeciendo su don. Hasta el momento en el que, al borde de los 18 años, prueba su propia cocina. El sabor a fábrica, a impersonalidad, que descubre en ella será el revulsivo para que cambie su vida y decida convertir su condena en un bien de provecho para todos.
      Éstas son las líneas generales de una trama que esconde innumerables matices e historias adyacentes, todas tan insólitas como la de la propia Rose. Y es que la magia que destila el libro propone una reflexión sobre aquellos dones o defectos que todos poseemos (y que a veces ocultamos), que nos hacen únicos frente a los demás, y que dejan en todos nosotros un toque de polvo de hadas que nos convierte en seres excepcionales.
     Por si fuera poco, la historia está envuelta por un papel celofán de brillantes colores que contribuye a crear la atmósfera de la novela y que recrea a la perfección el entorno y la personalidad de Rose: un lenguaje que refleja la inocencia de una niña de 9 años que sabe más de lo que quisiera, de una adolescente que desea con toda la fuerza de su corazón volver a ser la niña que no sabía nada y la de la mujer que camina hacia su madurez con un paso un tanto dubitativo, pero con la convicción de que cada uno debe hacer lo que esté en su mano para mejorar el mundo en que vivimos.
     Un lenguaje, además, repleto de imágenes sensoriales: de olores, de sabores, de texturas, de sonidos, de colores, que completan el contenido con la plasticidad de las sensaciones que transmiten al lector. Argumento y expresión se unen así en un maridaje perfecto que permite seguir avanzando en la historia con el paladar lleno de las mismas emociones e impresiones que siente y percibe Rose.
    Me ha gustado mucho el libro, la insólita historia que presenta y lo bien retratados que aparecen los personajes. El único pero que le pondría es que, en la parte central del libro, la autora aparca un poco a Rose para centrarse en la, no menos sorprendente, forma de ser (o de no ser) de su hermano, que cambiará el rumbo de la familia y dejará una marca imborrable en la personalidad de Rose. Es también una historia muy interesante, en la que cabría indagar literariamente aún más, pero, para mí, desvía la atención de una trama principal a la que, me parece, se le podría sacar aún más jugo.
   Así pues, se trata de una obra muy fácil de leer, que esconde mucho más de lo que muestra; deliciosa en muchos momentos, amarga en otros, sorprendente siempre. Una novela en la que contenido y expresión van de la mano, para proponernos no sólo una historia fabulosa sino una reflexión sobre lo que somos, lo que los demás ven de nosotros y sobre lo que anhelamos ser.
   Enlace a la publicación original en Anika entre Libros. 

  Os recuerdo que Anika tiene en marcha su primer certamen de Micro-relatos  que los textos pueden presentarse hasta el 5 de enero. Si te interesa, puedes consultar las bases aquí.
    Nos seguimos leyendo.

12 comentarios:

  1. Qué buena pinta tiene este libro Lidia... Creo que me tiene que gustar, así que lo apunto sin remedio. Besos y gracias.

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    1. A mí me gustó aunque, ya digo, yo la hubiera llevado por otro lado. Si te animas, ya me contarás qué te parece ;)
      Besos

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  2. Me pasa como a ti, que el título y la portada me llaman mucho la atención. Yo creo en esa teoría de que es posible saber cosas de alguien por cómo cocina, quizás no el estado de ánimo, pero sí cómo es en algunas cosas. Desde que leí 'Como agua para chocolate' que creo fielmente en esa idea. Me apunto el libro, que me parece que me va a gustar mucho. Yo ahora también ando entre cocineras.

    Un besote

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    1. Estoy totalmente de acuerdo contigo. Lo tengo comprobado: aun utilizando los mismos ingredientes, el mismo plato no me queda siempre igual. Cosas del humor ;)
      Besos

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  3. ¡Qué buena reseña! Ya me llamaba este libro con este título, pero ahora es que lo coloco sin dudar entre mis pendientes y arribita!
    Besotes!!!

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    1. Me alegra que te haya gustado la reseña. Ya me contarás qué te parece y si compartes la lectura que yo he hecho. Besos!

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  4. A mi me llamaba la atención, ahora mucho más! La reseña me ha dejado buen sabor literario :). beoss

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    1. Me alegra leerlo. Como buena cocinillas que soy me encanta dejar buen sabor de boca... literario o lo que sea jajajaj.

      Besos!

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  5. Lo tengo apuntado, que le tengo ganillas desde hace tiempo ya =)

    Besotes

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  6. Ya lo tenía apuntado pero ahora me dan más ganas de leerlo. Estoy convencida de que me gustará.
    Besos

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  7. Hola !! El final me pareció muy confuso y sinceramente no llegue a entenderlo. Si tu llegaste a entenderlo, te pediría (si no es mucha molestia) que me explicaras el final :( Gracias !

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