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miércoles, 16 de abril de 2014

"The Butterfly Storm", de Kate Frost: entre la independencia y la familia

http://www.amazon.es/The-Butterfly-Storm-Kate-Frost-ebook/dp/B00D8NMGNA/ref=sr_1_1?ie=UTF8&qid=1393496656&sr=8-1&keywords=The+butterfly+storm

Ficha técnica: 


Título: The Butterfly Storm          Autora: Kate Frost          Editorial: Amazon  Género: novela romántica, contemporánea Páginas: 266  Publicación:  15/1/2014   ASIN: B00D8NMGNA

Sinopsis:


  A pesar de llevar poco tiempo con él, Sophie decide dejar su Inglaterra natal y mudarse a Grecia con su novio, Alekos. Allí vivirán felices hasta que el vaso de la paciencia de Sophie empieza a colmarse con las continuas interferencias de la madre de Alekos. Harta de vivir en casa de sus padres, de trabajar en el restaurante de sus padres y de no tener la independencia con la que ella siempre ha vivido, Sophie dará un ultimátum a Alekos: o su familia o ella. Pero no habrá tiempo para la respuesta: la madre de Sophie sufre un grave accidente y ha de volver a Inglaterra para cuidarla. ¿Sobrevivirá el amor de Alekos y Sophie al tiempo y los kilómetros?
 Este es el libro que leí durante el primer Readathon de este año. Otra vez se me habían pasado meses sin leer en inglés y me costó entrar en la novela, en parte por el idioma pero también porque al principio no lograba adivinar qué historia me quería contar la autora. ¿Iba de una bronca entre una madre y una hija (a la madre de Sophie no le hace mucha gracia que ella se marche a Grecia con un novio con el que lleva poco tiempo saliendo)? ¿Una historia de amor a la griega? ¿Una diatriba contra las suegras del mundo? No lo tenía muy claro. Hasta una cuarta parte de la novela no me di cuenta de que lo que intentaba era enfrentar dos modelos de familia: la, digamos, tan unida que no hay sitio para respirar en ella y aquella en la que hay tanta separación entre sus miembros que hay lugar para respirar, inspirar y correrse una maratón.
    Sophie ha sido criada en la independencia por una madre soltera y trabajadora, mientras que la madre de Alekos es tan familiar que ahoga a la recién llegada. Todo hay que hacerlo en familia y la buena señora no se corta un pelo ni en abrir la puerta del dormitorio de la pareja cuando le viene en gana (y eso que no para de pedir un nieto, que digo yo que si quieres un nieto y tú has tenido hijos... en fin, que ya sabes cómo va la cosa y que es mejor dar un poco de intimidad a los facedores de bebés). Lo malo es que esto parece como muy de película o de novela de risa... pero a mis oiditos han llegado historias semejantes. Y hasta ahí puedo leer.
    El caso es que Sophie ya está harta de ver a la suegra hasta en la sopa y achucha y achucha y achucha al muchacho a ver si se compran una casita y ponen tierra de por medio. Y él (muy pusilánime y bastante sosito, la verdad) que sí, que vale, que lo hacen... pero que es que su madre dice... Y que pobre de su madre, que qué sola se va a quedar (como si no tuviera marido y más hijos). Y que los necesitan en el restaurante. Y que... Total, que no hay manera de independizarse.
    Y en estas están cuando llaman desde el hospital para decir que la madre de Sophie ha tenido un accidente muy grave y que, aunque hayan pasado dos meses sin verse ni casi hablarse, que sería mejor que se volviese para cuidarla y tal. Y allá que se va la Sophie, con más miedo que vergüenza: miedo a cómo la recibirá su madre, a cómo estará, a qué pasará con el maromo griego y a si la suegra terminará de comerle el coco y se acabó lo que se daba.
    Y así se pasa el otro 75% por ciento del libro: Sophie y su madre se perdonan (ella ha sufrido mucho, la pobre, sin saber de su hija y, encima, siendo la amante de un hombre casado que se muere en el accidente; un dramón) y Sophie inicia una nueva vida en Inglaterra. Habla de vez en cuando con Alekos, pero entre la diferencia horaria y que el maromo aprovecha la ausencia para darle al voleibol, hay poca chicha telefónica que cortar. Lo mejor es que, para darle un sorpresa, el angelito se presenta en su cumpleaños en Inglaterra, eso sí, con su madre bajo el brazo. Un aciertazo total que no veas lo bien que le sienta a Sophie. 
    En fin, que el chicazo tendrá que abrir los ojos si quiere conservar a la buena de Sophie, si es que la madre se lo permite.
    Como puedes ver, al final me metí en la historia y hasta la disfruté (menos cuando salía la suegra, que es que es insoportable). Y es que a mí eso de los modelos de familia me va y la parte que se desarrolla en Grecia casi me vuelve loca. Vamos, que me entraban unas ganas de comer queso Feta a todas horas... Una lástima que lo que mandan los cánones del Readathon sea preparar un desayuno anglosajón, que si no... Propongo, para la próxima vez, que cocinemos algo de lo que se hable en el libro. Ahí lo dejo, por si las moscas...
    Nos seguimos leyendo.  

   Incluyo este libro en los siguientes retos:
  •  Reto100 libros: 27/100
  •  Reto Autores de la A a la Z: F 
  •  Reto Keep Calm and Read 10 Books in English: 1/10
  

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